23.12.07

¡Cuánto tiempo!

Cuánto tiempo sin aparecer por aquí. Desde que abrí mi blog en Periodista digital, con el rimbombante y pemaniano nombre de "Sobre el azul del mar" mi cisne querido ha quedado en un segundo plano. Tanto que me ha costado recordar la contraseña para poder postear estas líneas. Pero en fin, aquí estoy, de nuevo en casa. Mi segunda casa. O primera, según se mire. Aquí escribo más suelto, menos observado. Es mi blog personal y, casi, privado. Como si escribiera conmigo mismo. Como si fuera un diario personal, en el que fluyen mis pensamientos y opiniones políticamente incorrectas, sin tanto miramiento formal.

He vuelto para contaros novedades. Desde hace un par de semanas trabajo como becario en una importante emisora de radio española. Tiene la sede en Madrid, de modo que viajo todos los días en tren. Allí tengo oportunidad de aprender y moverme por la capital, con un minidisc en el bolsillo y un cuaderno en el brazo. Escribo sobre el papel y las ondas crónicas locales sobre lo que acontece en la Villa y Corte. Me lo paso bien, salvo cuando el horario es ajustado y me meten prisa. Nunca me gusta hacer las cosas así. Soy tranquilo y me gusta hacer las cosas con tranquilidad. Por eso me gusta el canto gregoriano.

Bueno, pues de momento es todo. También me han regalado un diario encuadernado que tengo algo abandonado últimamente. Lo retomaré, porque escribir agudiza el ingenio y mejora la pluma.

Pues lo dicho: pasadlo bien y feliz Navidad. El Niño Dios nace pronto y tenemos que estar preparados.