Como este blog va camino de convertirse en un diario personal, y ante la gran expectación que causa mi inmersión en el mundo educativo, os diré que la de ayer fue una experiencia notable y satisfactoria. Hablé durante cerca de cuarenta minutos del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, su historia, las características generales del estilo herreriano (nombre recibido de su autor, Juan de Herrera, arquitecto de Felipe II) y de la Monarquía Católica, cuyo gran panteón se encuentra en este lugar.
La mayoría de chicas me siguieron con relativa atención, haciendo preguntas y tomando apuntes. Cada cierto tiempo, recapitulaba para asentar las ideas e interesarme por si lo estaban entendiendo, pues a pesar de rebajar el nivel, abundaban los nombres y las fechas.
Al final, el profesor me felicitó, afirmando que tengo madera para ser profesor. Se despidió cordialmente en la puerta del instituto, ofreciéndome su ayuda para la elaboración de cualquier unidad didáctica o programación de estos asuntos del C.A.P. Un buen hombre. Que Dios le bendiga.
27.2.07
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