El espectáculo fue ciertamente lamentable. Un señor ataviado con una camisa y jersey decía ser el sacerdote de la parroquia "roja". Defendió sus celebraciones litúrgicas "atípicas" afirmando que las realizan porque la gente que acude a su iglesia no entiende, no comprende, el complicado ceremonial romano. Y yo me pregunto: ¿tan difícil es de explicar? Dos y dos son cuatro. España linda con Portugal, Andorra y Francia. La Consagración católica se realiza con pan ácimo. Tan sencillo como eso. Y si no le parece bien, con salirse y colgar los hábitos, asunto arreglado.
Y los curas, que vistan de curas, por favor. Imagínense que voy por la calle y de pronto me siento morir. Veo al señor de la foto y ni se me ocurre pensar que es un sacerdote de Jesucristo al que pedir la Extremaunción. Pues eso.
4 comentarios:
Si bueno, eso que dices podría ser, pero podría no serlo...
Cuan parecido es este comentario al de la Regás "Coño pues estos señores viven un sitio donde los que han ganado las elecciones quieren que se eduque en catalán, si no les gusta que se vayan o que se aguanten"
Ha dicho
En ocasiones y esta es una de ellas, el fin justifica los medios, y la labor de estos hombres, vestidos de cura, o no era buena.
Peor sería, que el cura mencionado, fuera con gafas de Gucci y zapatos de Prada
Don Miguel Angel, estoy con uste al 10o%
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