
no son los pájaros ni el mar,
es un señor lleno de cielo,
el señor Juan Sebastián.
Hace muchísimos inviernos
que lloriqueando en alemán
nació entre fusas y corcheas
el señor Juan Sebastián.
Era chiquito y las canciones
que le enseñaba su papá
las repetía para siempre
el señor Juan Sebastián.
Era gordito y con peluca,
indispensable como el pan
y cascarrabias a menudo
el señor Juan Sebastián.
Se fue con Ana Magdalena
por un camino musical
y tuvo muchos hijos rubios
el señor Juan Sebastián.
Unos tocaban la flautita,
otros jugaban con cristal.
Era un escándalo la casa
del señor Juan Sebastián.
Soñando en órgano y en clave
a su país angelical
llevaba a príncipes y a pobres
el señor Juan Sebastián.
Está contándonos un cuento
que no terminará jamás,
Dios le dictaba el argumento
al señor Juan Sebastián.
María Elena Walsh
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