21.9.08

Grata compañera

Esta noche, sin saberlo, he llegado hasta ti, grata compañera.
¿O llegaste tú a mí, sin avisar?

Tardes enteras domeñando tus letras, enfrascándome en tus dibujos y en tus paisajes. Grata compañera.

Tú eres parte de mí. No. Algo más. Eres mi yo transformado en tu propia esencia. Grata compañera.

He cenado y he comido contigo entre mis manos. He volado y he soñado, siempre contigo, grata compañera.

Acampé junto a los diez mil soldados enjutos. El cantar de Roldán me rondaba. Llegué a rozar el compás de la dulce música, la tónica nocturna, la inmensa paz del bosque.

El silencio, grata compañera.

Contigo subí a las cumbres. Visité los dorados trigales, peinados de oro. Las violáceas vides y los verdes valles. De tu mano cogido me llevabas. De la ciénaga me librabas, grata compañera.

Pero un día crucé y no estabas. ¿O era yo el que no estaba? Despacio, lentamente, me escapé de tus brazos, grata compañera.

El olor a barro viejo, la puerta que se cierra y el grito que se esfuma. Cálido fuego y se va el tiempo.

Silencio, grata compañera.

Te fuiste sin que yo lo viera. La risa y la atención prestadas. La curiosidad insaciable, que nunca cesa. El ojo abierto y la pregunta presta. Una sorpresa tras otra, grata compañera.

Te fuiste, infancia mía. ¡Hasta siempre, compañera!

No hay comentarios: