19.2.07

Un día normal


Todo blog que se precie de serlo debe tener una mínima frecuencia de actualización. Empecé a escribir mis reflexiones políticas y culturales, incluso pensamientos poéticos, con una asiduidad casi diaria. Como es natural, todo cesa apagado el primer ardor de la novedad. Sin embargo, no deseo que mi espacio se extinga tan pronto en la oceánica inmensidad de la Red.

Hoy no tengo nada especial que contaros. Ha sido para mí un día normal. Me levanté a una hora prudencial, ni muy pronto ni muy tarde, desayuné y fui a la facultad para comprobar si habían publicado unas notas. No habían salido. En la biblioteca, hojeé las páginas de la prensa local. Pronto acudió un viejo conocido a estrecharme cortésmente su mano saludadora. Antes había comprado una bolsa de mijo para mi periquito que habita la terraza acristalada de nuestro piso. Luego comí en familia y aquí me tenéis ahora, reordenando carpetas y archivos de video y audio de mi viejo, pero eficaz, y querido ordenador.

Disculpad mi atrevimiento. Os hice perder unos valiosos segundos leyendo estas insignificantes líneas, que no aportan nada especial a nadie. Ni siquiera a mí. Pero qué le vamos a hacer. España y yo somos así.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas noches insigne ave, para compensar tu día dentro de la normalidad, ai va la narración de otro...He amanecido antes que el día, en taxi hacia el aeropuerto que hasta Bruselas me ha llevado, taxi hacia Maastricht, trabajo, cnversación, alguna risa y ahora me encuentro ante un teclado holandés, frente a una cena holandesa, hablando en ingl;es y ecahndo de menos mi ene y mi amor...Bss desde Holanda.