La noche de ayer fue algo triste para mí. Conocí la noticia de que Loyola de Palacio había fallecido, a los 56 años, víctima de un cáncer. Fue una de las primeras en formar parte de los equipos del Partido Popular que gobernarían los destinos de España a partir del año 96. En mi opinión, fue la mejor ministra de Aznar. Trabajadora, luchadora y de profundas convicciones morales, defendió siempre con ahínco nuestros intereses nacionales en la Unión Europea, como ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación primero, y como Vicepresidenta de la Comisión Europea después. Católica practicante y sin complejos, agradeció el cariño y las oraciones de sus amigos desde los primeros momentos de su enfermedad. Hoy cientos de simpatizantes, militantes y dirigentes del Partido Popular lloran su pérdida. Loyola de Palacio. Un ejemplo para la actual clase política, un referente de tenacidad, coraje y valentía, a la hora de defender las ideas y combatir las adversidades.
Descanse en paz.
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